Escrito por: Consuelo Méndez y César Álvarez
3. EL TITIRITERO ESCULPIDO EN UNA ESTELA MAYA. GUATEMALA
En la costa Pacífica de Guatemala, como vestigio de la grandiosa cultura Maya, se encuentran grandes rocas naturales en las que se han esculpido diversas escenas humanas y/o divinas en donde se pueden apreciar diversas figuras alusivas a la flora, la fauna, así como a seres humanos y mitológicos. Predominan en este complejo escultórico, "las representaciones humanas o de dioses que llevan el pelo en forma de serpientes realistas, cinturones rematados en colas y cabezas de serpientes, sandalias con nudos serpentinos, ataduras en las rodillas que figuran serpientes, etc. Otro elemento importante de este estilo es llenar los vacíos de las escenas principales con guirnaldas de tallos vegetales en las que se ven hojas, flores, animales y frutos".
Es una de estas rocas esculpidas que data de hace mil años aproximadamente y que se encuentra en Bilbao, donde se puede apreciar una escena en la que participan tres personajes humanos o divinos, que en medio de numerosas figuras animales, vegetales y otras completamente indescifrables, se encuentran al parecer en un Acto ceremonial. Uno de ellos, situado al lado izquierdo de la roca y del personaje que por su tamaño y su atavío parece ser el personaje central, está de pié ataviado con un extraño tocado, collares y un braguero largo hasta la rodilla. En el brazo izquierdo porta un pequeño bastón, y en el brazo derecho porta un muñeco quizás mucho más sencillo y naturalista que todos los que aparecen esculpidos en la roca. Este muñeco está compuesto por una cabeza, en el que además de todas las facciones del rostro se distingue una abundante cabellera, un vestido y collar sencillo como accesorio. A la altura de los hombros del muñeco salen por entre el vestido dos manos con todos sus dedos. El personaje tiene su mano y su antebrazo metido entre el vestido del muñeco en actitud de manipularlo de la misma manera que hoy se manejan los títeres de guante.
4. MANIFESTACIONES DIVERSAS ASOCIADAS A LOS TÍTERES EN LA CULTURA AZTECA
México, donde construyeron su imperio los aztecas, es el país donde encontramos quizás las mayores evidencias de lo que pudieron ser los títeres prehispánicos. Las alusiones a estos como forma recreativa o bien como parte de ceremoniales chamánicos, las encontramos en diversos objetos así como en los códices y en los relatos de los cronistas. Angelina Beloff, en su libro Muñecos Animados afirma "La tradición de los títeres en México es muy antigua y muy arraigada. En el Museo Nacional y en el Museo de San Juan Teotihuacán se conservan unos muñecos articulados de barro cocido, que según toda la apariencia podrían ser títeres en la época precolombina y hacen suponer que en México, como en Egipto y en Grecia, esos títeres de barro participan en las ceremonias religiosas y, tal vez, en los espectáculos de recreo".
Por su parte, Cayuqui Estage Noel, afirma refiriéndose a un códice en el que claramente se aprecia un hombre ricamente vestido que con su mano manipula lo que bien podría ser un títere de guante, que "muñecos con partes móviles han estado presentes en la vida humana desde los lejanos orígenes del hombre ... quedan evidencias patentes de la existencia de títeres en América, y en especial en México antes del arribo europeo ... En la lámina No. 47 del Códice Nuttall se ve lo que en lo personal pienso sea una representación del primer titiritero nombrado por los anales mexicanos .. "
A su vez, en los primeros memoriales de Fray Bernardino de Shaagún, hablando de los magos y los saltimbanquis, se refiere de la siguiente manera del "que hace salir a los dioses: "El que hace salir o saltar a los dioses es una especie de saltimbanqui. Entraba a la casa de los reyes; se paraba en el patio. Sacudía su morral, lo remecía y llamaba a los que estaban en él.
2. (NO SE ENTIENDE DE DONDE SALE ESTA NUMERACIÓN) Van saliendo unos como niñitos. Unos son mujeres: muy bueno es su atavío de mujer; su faldellín, su camisa. De igual manera los varones están bien ataviados; su braguero, su capa, su collar de piedras finas.
3. (NO SE ENTIENDE DE DONDE SALE ESTA NUMERACIÓN) Bailan, cantan, representan lo que determina su corazón de él. Cuando lo han hecho, entonces remueve el morral otra vez; luego van entrando, se colocan dentro del morral. Por esto daban gratificaciones al que se llama "el que hace salir, saltar o representar a los dioses".
El mismo Shaagún en su " Historia General de las Cosas de Nueva España", relata la historia de Tlavauepan Cuexcoch, de quien dice el mejicano Alejandro Jara, es acaso el primer titiritero azteca. Shaagún narrando cómo se acabó la fortuna de Quetzalcoatl y cómo vinieron contra él tres ningrománticos que hicieron muchos embustes dice:
1. Otro embuste hizo el nigromántico ya dicho. Asentóse en medio del mercado del Tlacauepan, y otro nombre. Cuexcoch . y hacía bailar un muchachuelo en la palma de sus manos - dicen que era Huitzilopochtli;
2. y le ponía en sus manos al dicho muchachuelo y como lo vieron los dichos toltecas todos se levantaron y fueron a mirarle, y empujábanse unos a otros, y así murieron muchos ahogados y acoceados, y esto acaeció muy muchas veces que los dichos toltecas se mataban empujándose unos a otros.
3. Dijo el migromántico a los dichos toltecas Ah, toltecas! ? qué es esto ? Qué embuste es éste, cómo no lo sentía? Un embuste que hace danzar al muchachuelo. !Matadlos y apedreadlos!
4. Y así mataron a pedradas al dicho migromántico y al muchachuelo; y después de haberlo muerto comenzó a heder el cuerpo del dicho migromántico, y el hedor corrompía el aire, que de donde venía el viento llevaba muy mal hedor a los dichos toltecas, que muy muchos morían".
Alejandro Jara en el artículo "Antecedentes Prehispánicos de los Títeres" cita para completar el panorama de este arte dentro de los aztecas, a Bernal Díaz del Castillo cuando narra la salida de México de Hernán Cortés y todo su contingente y dice: "Llevó cinco chirimías y cacabuches u dulcainas y un bolteador y otro que jugaba de manos y hazía títeres".
J.E. Varey en su "Historia de los Títeres en España" comenta que en una carta escrita desde la ciudad de México, el 20 de Septiembre de 1.538, en la que se describen las artes indígenas, Hernán Cortés escribe que "hay unos que hacen farsas, otros que juegan de manos, otros que hacen títeres y otros juegos".
Finalmente, es necesario referirnos a una antigua tradición de los actuales indígenas otomíes de La Sierra, quienes de manera milenaria han venido utilizando dentro de los ritos chamánicos muñecos de papel que dentro del concepto de objetos animados, se puede asimilar muy fácilmente a los títeres. " ... Es esta una costumbre antigua ... en la cual todavía se emplea el tradicional papel fabricado con corteza de árbol -papel amate- de origen precolombino. Los muñecos poseen un significado para estas gentes; mediante su utilización los chamanes convencen a sus cliente de que pueden controlar ciertas fuerzas importantes en sus vidas (...) en la actualidad muchos nativos practican activamente su religión y la utilización ritual de los muñecos de papel en las ceremonias religiosas. De acuerdo con su visión, los indios creen que las figuras son seres vivientes y que manipulándolas pueden obligar a estos seres a hacer cosas (...) Para ellos la característica más importante de los seres vivientes es su fuerza vital o zaki y justamente las figuras de papel reciben también ese nombre. Todas las ceremonias chamánicas se basan en la creencia de que los muñecos, pueden atraer hacia las figuras el zaki de diversos seres y de esta forma adquieren dominio sobre ellos, la manipulación del zaki hace efecto sobre la voluntad del ser. Así, la esencia de la magia otomí realizada con figuras, no es otra cosa que una orquestación de fuerzas vitales invisibles".
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