Rosa Martí
Títeres de Colombia en Cornellà
“La Libélula Dorada” es uno de los pocos grupos profesionales de títeres colombianos. Integrado por los hermanos Iván Darío y César Álvarez y el ex – mimo Jairo Ospina, este grupo posee una gran fama en su propio país y ha realizado giras por diferentes Estados de América del Sur.
El pasado mes de setiembre, “La Libélula Dorada” ha actuado por primera vez en Europa, participando en el “VI Festival mundial de Teatro de Títeres” que fue celebrado en la ciudad francesa de Charleville.
Única actuación
El domingo, los niños de Cornellà y del resto de poblaciones de la comarca tendrán una única oportunidad de divertirse con este grupo colombiano que actuará sólo esta vez antes de volver a su país, representando dos de sus primeras obras: “La Rebelión de los títeres” y “Los héroes que vencieron todo menos el miedo”.
Seis años de estudio y trabajo
El grupo fue creado en el año 1976 y desde entonces trabaja de forma independiente y profesional habiéndose especializado en la única escuela de títeres, dependiente del “Instituto Colombiano de Cultura”.
Preocupados por el mundo infantil y la manipulación que sufren los niños a través de la literatura, la televisión y otros medios, “La Libélula Dorada” se planteó la realización de un trabajo teatral en el que a través de los títeres, la música y el mimo, se rompiera con los esquemas típicos de los espectáculos infantiles de buenos y malos, violencia y concepciones del mundo pre – establecidas.
“Nunca mostramos personajes buenos y malos – nos dicen estos titiriteros – cada niño escoge aquello que le gusta o le disgusta. Incluso tenemos un monstruo, pero es el monstruo más simpático del mundo, aunque haga cosas calificadas de malas. Queremos que los niños vean causalidades, que se defina y que participen porque están sintiendo la obra, no porque al final hay que aplaudir o porque los gritos se dan cuando los malos aparecen”.
Ocho han sido las obras elaboradas colectivamente por “La Libélula Dorada” en sus seis años de dedicación. Unos espectáculos cuyo principal objetivo es el despertar la imaginación infantil, creando un lenguaje, una comunicación espontánea y libre.
Unas obras, sin embargo en las que también se intenta dar de nuevo prestigio al títere, recuperándolo como forma de expresión no sólo de los niños sino también para los adultos. En este aspecto se inscriben varias de sus últimas obras como “La niña y el sapito” y “El dulce encanto de la Isla Acracia”.
“El adulto se olvida muchas veces de la fantasía, le da pena sentirse niño – dicen los miembros del grupo -. El humor, la risa es el elemento clave para unir en el lenguaje al niño y al adulto. En todo adulto hay un niño amordazado”.
Las dos obras de Cornellà
Dos obras breves destinadas a niños de corta edad, “La Rebelión de los Títeres” y “Los héroes que vencieron todo menos el miedo”, representará el grupo en Cornellà. En ellas prima más la imagen que el texto y se potencia la participación espontanea del niño durante las representaciones.
Juego escénico
“La rebelión de los títeres” es un juego escénico entre títeres y actores donde los muñecos, después de resistirse a ser manipulados por el titiritero, deciden ser ellos quienes los manejen. “Los héroes que vencieron todo menos el miedo” nos presenta la historia de un sapo y un pájaro que luchan contra dos gusanos por la posesión de un puente, finalmente el puente se cansa y huye del lugar.
Unas obras y un trabajo de “La Libélula Dorada” en el que la unión de su profesionalidad, los elaborados textos y los decorados y muñecos de guante, varilla, javaneses, articulados crean un espectáculo de una gran calidad.
Texto tomado del Periódico del Llobregat, Barcelona – España. Jueves 9 de diciembre de 1982.
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